Los auriculares cerrados son un tipo de auriculares que tienen una carcasa sellada alrededor del transductor, lo que impide que el sonido se escape y limita la cantidad de ruido exterior que puede oír el oyente. La carcasa crea un entorno cerrado alrededor del oído que bloquea los sonidos externos y mantiene el sonido de los auriculares dentro de los cascos.
Los auriculares cerrados son populares entre los profesionales del audio, los músicos y los audiófilos que requieren una reproducción precisa del sonido y aislamiento del ruido exterior. También son ideales para su uso en entornos ruidosos, como aviones o transportes públicos, donde el ruido exterior puede distraer y afectar a la experiencia auditiva.
Una de las principales ventajas de los auriculares cerrados es que producen un sonido más preciso y natural gracias a la menor cantidad de fugas de sonido. También suelen tener una respuesta de graves más pronunciada y pueden ofrecer una experiencia auditiva más envolvente.
Sin embargo, el inconveniente de los auriculares cerrados es que pueden resultar incómodos tras un uso prolongado, ya que la carcasa sellada provoca una acumulación de calor y presión alrededor de los oídos. Tampoco son ideales para situaciones en las que es necesario estar atento a los sonidos externos, como cuando se hace footing o se monta en bicicleta.